La montaña de “estresores” está creciendo constantemente. Cada vez tu tolerancia al estrés sube a nuevos niveles, tú (y aquellos a tu alrededor) presionan y presionan, hasta tener más. Todos los artefactos de alta tecnología que tienes a tu disposición, tampoco ayudan. Por si fuera poco, éstos parecen acelerar aún más tu vida. Si eres como la mayoría de las personas, ya reconoces algunas de las señales de advertencia que aparecen cuando el estrés es inminente. La cuestión es, ¿prestas atención a estas señales?
Te beneficiarás tremendamente del reconocimiento de tus primeras señales de estrés. La mente y el cuerpo humanos (por lo menos cuando entra en estrés) tienen sus propias voces. Te dicen a través de reacciones emocionales y fisiológicas cuándo es tiempo de desacelerar y tomar un descanso. Por ejemplo, un estómago perturbado puede ser un signo que el nerviosismo y la ansiedad está abrumando tu cuerpo. La indigestión y la fatiga que sigue es la manera que tu cuerpo se toma un tiempo para descansar. Para algunos, el estrés intenso y la ansiedad pueden crear un malestar estomacal, mientras que para otros las señales físicas pueden ser un dolor de cabeza palpitante o llagas en la espalda. Tu “auto-alerta” en tiempos de estrés, debe servirte como un “tercer oído” para escuchar las súplicas de ayuda de tu cuerpo. Tu cuerpo sube el volumen cuando lo presionas mucho. Tómate el tiempo de reconocer estas señales y recarga tu “batería emocional” antes que es estrés cause un daño permanente en tu sistema.